Las paredes de yeso laminado son cada vez más habituales en nuestras viviendas. El debate sobre si son mejores o peores que las de ladrillo o tabicón no tiene mucho sentido; cada sistema tiene sus propias ventajas y sus propios inconvenientes. Ahora bien, es indudable que la capacidad de soportar pesos es el auténtico talón de Aquiles de las paredes de yeso laminado.
Es por eso que siempre recomendamos que los anclajes de cualquier elemento pesado que vayamos a fijar a una pared de yeso laminado atraviesen la perfilería, y no simplemente los paneles. Ahora bien, ¿cómo podemos saber dónde cae la perfilería en una pared perfectamente lisa?
Podríamos, simplemente, utilizar un detector de materiales, pero no es algo que todo el mundo tenga por casa y, definitivamente, no es algo que merezca la pena comprar para hacer dos taladros. Asi que, ¿qué podemos hacer?
Antes de entrar en materia, aclaremos unos cuantos asuntos.
El ancho estándar de una placa de yeso laminado, con independencia de la marca que los fabrique, es de 120 centímetros (las hay de otras medidas, pero esta es la estándar). Eso obliga a colocar los montantes, o bien cada 40 centímetros (uno en cada extremo del panel y dos entre medias), o bien cada 60 centímetros (uno en cada extremo del panel y uno en el centro). La primera disposición es la ideal, pues ofrece tabiques más resistentes.
Con esta información podemos pensar que basta con medir desde el extremo de la pared y hacer una cata a 40cms, 60cms, 80cms, 120 cms, etc. Pero ojo, porque la cosa no es tan sencilla.
Si tomamos como referencia el extremo de una pared para medir las distancias estándar y dar con un montante, puede que nos llevemos la sorpresa de que este no aparece por ninguna parte. Para empezar, solo uno de los extremos de la pared es válido como referencia para tomar las mediciones; aquel desde el que arrancó la instalación del trasdosado. En el extremo opuesto, la separación entre el penúltimo y el último montante será menor (y la placa estará cortada), a no ser que nuestra pared tenga una longitud múltiplo de 120 centímetros. Mucha casualidad sería.
Por otra parte, aunque demos con el extremo correcto de la pared, aquel desde el que comenzó la instalación, puede ser que no estemos midiendo realmente desde su arranque. Si la pared contigua también es un trasdosado y se levantó posteriormente, nuestro primer montante estará oculto detrás y será inaccesible (y por lo tanto nuestras mediciones serán inútiles si no lo tenemos en cuenta).
Aclarado esto, ¿cómo podemos localizar un montante sin usar caros aparatos ni tener que hacer catas por toda la pared? La respuesta te va a sorprender:
01 Escoge un extremo de la pared
Si sabes desde qué extremo arrancó la instalación del tabique porque lo viste hacer o lo hiciste tu mismo, escoge este extremo. Si no es así, escoge uno al azar, pero sé consciente de que puede que tengas que repetir la operación por el otro lado.
02 Haz las mediciones
Como ya hemos indicado, los montantes estarán situados cada 40 cms o cada 60 cms. Con localizar el primero nos vale. De esta forma podemos saber dónde están los demás. Haz una marca, por lo tanto, a 40 centímetros del extremo de la pared.
Supongamos ahora que la pared contigua al punto que hemos tomado de referencia también es un trasdosado y que se levantó posteriormente. En ese caso el arranque real de nuestra pared estará más atrás de lo que parece. ¿Cuánto? Pues si hemos usado perfilería y paneles estándar, el arranque real estará 5,9 cms más atrás. Sabiendo esto, es de esperar que el haya un montante entre el punto que hemos marcado y unos 6 centímetros hacia el arranque de la pared.
03 Utiliza un imán
Ahora viene la tarea de zahorí. Toma un imán de cocina corriente y empieza a barrer la zona marcada hacia arriba y hacia abajo haciendo eses. La perfilería para trasdosados de yeso laminado está hecha de chapa de acero galvanizada y, por lo tanto, es magnética. Sin embargo, al estar oculta bajo el panel de yeso y la pintura, queda demasiado lejos del poder de atracción de un simple imán de cocina (aunque uno de neodimio se adherirá). Lo que sí detectará el imán, en cambio, es la cabeza de un tornillo de fijación, que queda muy cerca de la superficie. Si consigues localizar uno solo, ya sabes que en esa vertical hay un montante y, puesto que lo habrás localizado más o menos a 40 centímetros del arranque de la pared, sabrás dónde están todos los demás. Si no localizas ninguno, haz la misma prueba a 60 centímetros del arranque. ¡Los montantes están ahí!