Generalmente, cuando por el motivo que sea provocamos un desperfecto en una pared (hablamos de arañazos, golpes, esquinas desprendidas…), no solemos alarmarnos mucho. Como bricoladores, sabemos que no se trata de un contratiempo grave; ¡un poco de Aguaplast y nuestro saber hacer y enseguida la pared lucirá como nueva! Pero ¡qué escalofríos sentimos cuando lo que se rompe es un azulejo!
Sin embargo, no hay nada que no tenga remedio (al menos en el mundo del bricolaje) y los azulejos, si bien nos van a dar un poco más de trabajo, también pueden sustituirse. Para ello, obviamente, vamos a necesitar una pieza de repuesto, pero es bastante habitual contar con ellas pues ¡rara es la obra en la que se acierta con el número de azulejos hasta la última unidad!
Así que, si en su día no tiraste los azulejos que sobraron al hacer la reforma, estás de enhorabuena, sólo tienes que seguir estos pasos para sustituir un azulejo roto.
En este vídeo reciente, Jon Ariño nos habla de los dos productos que podemos emplear para llevar a cabo esta reparación.
01 Retira el azulejo roto
Hazte con un cincel para azulejos y un martillo y retira la pieza que quieras sustituir. Utiliza, eso sí, una herramienta acorde con el tamaño del azulejo a retirar, ¡recuerda que no se trata de demoler la pared!
Encaja el cincel en la junta, en un ángulo de unos 45º y golpea con mucho cuidado de no dañar las piezas circundantes. Un buen truco para evitar dañarlas es taparlas con dos o tres capas de cinta de carrocero.
En cuanto el cincel “encuentre su camino” bajo la baldosa, verás como esta se desprende fácilmente. A veces basta con hacer un poco de palanca.
02 Retira el cemento cola
Puede que descubras debajo del azulejo unos restos de cemento formando surcos paralelos. Los azulejos suelen colocarse con un producto conocido como “cemento cola” (que nosotros también utilizaremos) y que, generalmente, se aplica de esta forma acanalada. Pero no adelantemos acontecimientos, lo que debes hacer a continuación es retirar dichos restos y regularizar la superficie. Para ello puedes utilizar una espátula o bien el mismo cincel.
Quitaremos también los restos de pasta de juntas. Y aquí hay un detalle a tener en cuenta: no sólo retiraremos la junta que rodeaba la pieza que acabamos de quitar, sino también un par de centímetros de junta entre los azulejos contiguos. Más tarde veremos por qué.
03 Limpia la zona
Hazte con un buen cepillo y repasa enérgicamente la zona para retirar cualquier resto flojo y todo el polvillo que, a buen seguro, se habrá desprendido con lo que hemos hecho hasta ahora.
04 Aplica el cemento cola
Cogemos un poco de Cemento Cola en Pasta de Beissier con una espátula dentada y lo aplicamos en el hueco dejado por la baldosa que hemos retirado. ¿Ves? ¡así es como se hacen esos surcos! De esta manera, cuando coloquemos el azulejo sobre el cemento cola, este se extenderá cerrando los huecos, en lugar de escapar por las juntas y ponerlo todo perdido.
También es posible poner tan sólo un poco de cemento cola en el centro del hueco, con la idea de que se extienda hacia los bordes, pero con este método es más probable que las esquinas del azulejo queden “en el aire”, con lo que en el futuro la pieza será más propensa a partirse ante cualquier golpe en alguna de sus esquinas.
05 Coloca las crucetas
Las crucetas son pequeñas piezas de plástico que se colocan en los vértices de los azulejos, es decir, en el punto en el que las juntas verticales se cruzan con las horizontales. Su función es la de asegurar que la separación entre los azulejos es siempre la misma. ¿Creías que el albañil que te alicató el baño era un maestro de la línea recta? Puede que lo fuera ¡pero te garantizamos que él también utilizó crucetas!
Obviamente, hay muchos tamaños de crucetas. Asegúrate de utilizar el tamaño que corresponda a tu alicatado. Debes situar cuatro crucetas en las cuatro esquinas del hueco en el que vas a colocar la baldosa. ¿Recuerdas que antes te dijimos que debías retirar un par de centímetros extra de junta? Ahora ves por qué: si no lo hubieras hecho, ahora no podrías encajar las crucetas apropiadamente.
06 Coloca el azulejo
Ya tenemos todo listo, el cemento cola aplicado, las crucetas en su sitio… ha llegado la hora de la verdad. Coloca el azulejo en su sitio. Apoya la parte inferior sobre las crucetas y después empuja hasta que la pieza quede bien encajada. Para conseguir que la pieza quede al ras del resto del alicatado, puedes dar unos golpes suaves con una maza de goma. También resulta útil pasar un nivel.
07 Aplica la pasta de juntas
Una vez que el cemento cola ha secado, podemos proceder al rejuntado. Puedes retirar las crucetas con cuidado o, si son muy estrechas, dejarlas en su sitio y aplicar la pasta de juntas sobre ellas; nunca más volverás a verlas…
Lo ideal es que aproveches y renueves todas las juntas de la pared. Así no habrá diferencias de tono entre unas juntas y otras. En cuanto al proceso que debes seguir para renovar las juntas. Ya hemos hablado de ello en varias ocasiones. Puedes recordarlo aquí.
Como ves, no se trata de una operación excesivamente complicada y, definitivamente, es mejor que recurrir a un realicatado completo.