¿Te resulta familiar ese olor a humedad que parece venir de ninguna parte? ¿O esas manchas que reaparecen una y otra vez detrás del tabique? Si ya has instalado una pared de yeso laminado para mejorar el aislamiento de tu vivienda, pero aun notas condensación o moho, no te preocupes: existe truco sencillo (y muy eficaz) para evitarlo.
01 El truco profesional para decir adiós a la condensación
Muchos tabiques de yeso laminado se colocan frente a muros exteriores para mejorar el aislamiento térmico. El problema surge cuando la fachada original está mal aislada o el ambiente es muy húmedo (como ocurre en bajos o habitaciones orientadas al norte). En esos casos, la condensación puede seguir formándose detrás del tabique.
Y cuando eso ocurre, aparecen el moho, los malos olores y, con el tiempo, el deterioro del yeso.
La solución que emplean los profesionales es tan sencilla como efectiva: colocar un par de rejillas de ventilación (preferiblemente en zonas opuestas y discretas) y prescindir de la capa de aislamiento entre el muro y el tabique.
Así se crea una pequeña cámara de aire por la que circula una corriente natural. Esa ventilación evita que la humedad se acumule sobre el muro exterior y elimina los olores. Además, las placas de yeso no llegan a condensar, porque no están en contacto directo con el muro frío.
Un pequeño cambio, pero una gran diferencia.
02 Si ya te ha pasado: cómo reparar y proteger tus paredes paso a paso
Paso 1: eliminar el moho con Fungistop
Antes de pintar o alisar, es fundamental eliminar la raíz del problema: el moho. Fungistop es un fungicida que actúa directamente sobre las esporas, eliminando la bacteria que provoca las manchas y el olor a humedad.
Su aplicación es sencilla: limpia y seca previamente la superficie afectada, aplica y deja actuar el producto (Fungistop) y asegúrate de que la pared quede bien seca. Solo así evitarás que el moho reaparezca bajo la pintura.
Este es el punto de partida indispensable para recuperar cualquier pared afectada por condensación.
Paso 2: proteger con Lisomat Anti -Condensación
Una vez limpia la superficie, es hora de protegerla. Detrás de la mayoría de las manchas negras de humedad hay un mismo culpable: la pared fría. Cuando la temperatura del muroes inferior a la del aire, el vapor de agua se condensa y acaba transformándose en gotas.
Ahí entra en juego nuestro segundo aliado: Lisomat Anti-Condensación. Esta pintura forma una ligera barrera térmica que mantiene la pared más cálida y estable, evitando que el vapor se transforme en humedad visible. El resultado son paredes más secas, sin cercos ni sensación de humedad, y un ambiente más confortable.
Lisomat, además, es transpirable y lavable, lo que permite que el muro “respire” sin atrapar humedad. Por eso es perfecta para bajos, habitaciones orientadas al norte o espacios con poca ventilación, donde la condensación suele aparecer con más facilidad.
Pintar con Lisomat no sólo mejora el aspecto: sino que protege activamente contra la condensación y el moho, alargando la vida útil de tus paredes.
03 Recuperar y prevenir: el círculo completo
Evitar la condensación tras un tabique de yeso laminado no se trata solo de eliminar manchas: es una cuestión de salud, confort y durabilidad.
Con una buena ventilación (esas rejillas que permiten el paso del aire), una limpieza a fondo con Fungistop para eliminar el moho, y la protección definitiva de Lisomat Anticondensación, tendrás un sistema completo que mantiene tus paredes secas y limpias durante mucho más tiempo.
Así que, si la condensación ya te dio algún disgusto, no lo veas como un problema sin solución. El momento perfecto para dejar tu casa mejor aislada, más sana y más acogedora que antes.