El desconocimiento de las herramientas es uno de los factores que más influyen a la hora de ahuyentar al bricolador medio a la hora de llevar a cabo trabajos de cierta envergadura. Nada hay de especial en las herramientas. Todas ellas son fáciles de utilizar, si bien el uso maestro viene con la práctica. Pero somos bricoladores ¿no? ¡Ya llegaremos a artistas! ¡Tiempo al tiempo! Por ahora, empecemos quitándonos los miedos. Empecemos conociendo algo mejor las herramientas.
01 Espátula de pintor
Es el tipo de espátula más conocido. Tiene una hoja de forma cónica que suele ser, en los mejores modelos, de acero inoxidable. El mango puede ser de madera, goma o plástico. Es útil para cualquier trabajo relacionado con la pintura: aplicación de plastes y masillas, rascado de goterones… Es la espátula que tendríamos que tener si solo pudiéramos tener una.
02 Espátula de carrocero
Es una espátula de forma cuadrada y hoja muy flexible. Se utiliza, generalmente para la aplicación puntual de masillas. Gracias a su flexibilidad se puede conseguir un gran control y se evita rayar las superficies.
03 Espátula de juntas o americana
Es una espátula mucho más ancha y más rígida que las anteriores. Se llama americana porque allí hace mucho más tiempo que se coloca tabiquería seca, y este tipo de espátulas se utilizan para las juntas entre paneles.
04 Espátula de construcción
Tiene una hoja cuadrada y mucho más sólida que la de pintor. Se utiliza para trabajos más “pesados” con materiales como cementos y hormigones.
05 Llana
Es la herramienta del albañil por excelencia. Se utiliza para aplicar morteros y cementos. Las hay de muchas formas y materiales. No tiene sentido utilizarlas para reparaciones puntuales, pero si se trata de aplicar una buena cantidad de mezcla, no tiene rival.
06 Llana dentada
Es igual que una llana normal, pero con uno o dos lados almenados. Estos dientes sirven para crear surcos en el cemento cola con el que se pegan las piezas cerámicas (azulejos y baldosas). De esta forma podemos aplicar la mezcla sobre la pared o la pieza y después dejar una serie de cordones del mismo grosor. Esto facilita que la mezcla se extienda uniformemente cuando se coloca la pieza, sin rebosar demasiado por los bordes, y garantiza un pegado correcto. Existen espátulas de carrocero dentadas.
07 Llana de goma
Sirve para el rejuntado de azulejos. La pasta para juntas se aplica de forma “grosera” sobre las juntas y los azulejos y después se pasa la llana de goma para que el material penetre bien en las juntas. Después se deja secar unos minutos la masilla y se retira el sobrante de los azulejos.
08 Fratás o talocha
Es una llana que tiene la superficie rugosa. Puede ser de madera (la tradicional), plástico e incluso goma. Se utiliza para conseguir un acabado regular en morteros de exterior. Cuando el mortero está algo seco, pero no del todo, se moja el fratás y se pasa por la superficie. El fratás desprende los picos y crestas propias de la aplicación con llana y consigue una superficie llana, que no lisa. El acabado es rugoso pero muy regular.
09 Paleta
Siempre va de la mano (de la otra mano, más bien), de la espátula. Es una herramienta cuyo único fin es llevar mezcla desde el cubo o espuerta hasta la llana, así como recoger y presentar dicha mezcla bien sobre la llana antes de aplicarla en el paramento.
10 Espuerta
Acabamos de nombrar la espuerta, que no es una herramienta propiamente dicha, pero no deja de ser un elemento importante. Una espuerta no es más que un cubo con asas que utilizamos para hacer la mezcla y transportarla, cuando se trata de manejar mucho material (morteros, cementos, hormigones…). Debe ser de un material muy resistente y flexible, no solo porque algunas mezclas, como los hormigones, resultan muy agresivas, también porque debe poder resistir que hagamos la mezcla dentro de la propia espuerta.