En Bricopared hemos hablado en varias ocasiones de técnicas “poco ortodoxas” para decorar de paredes, por llamarlas de alguna manera. Podéis consultar algunas de ellas aquí, o aquí. Hoy os traemos una más, tal vez la más arriesgada de todas, aunque, como suele ocurrir con las cosas que requieren cierto valor, el resultado puede ser increíble.
Hablamos del splatter, una técnica que consiste en lanzar pintura contra una superficie para crear patrones aparentemente aleatorios. Y decimos “aparentemente” porque lo cierto es que el asunto consiste en construir paisajes que guarden cierto equilibro, para lo cual ayuda bastante tener cierto sentido de la composición.
En el splatter el resultado final de cada salpicadura es más o menos incontrolable, lo que nos obliga a corregir el diseño constantemente; sin embargo, no todo escapará a nuestro control cuando hagamos un lanzamiento: podemos controlar la dirección, el ángulo, la carga y el color de las salpicaduras.
Una cosa está garantizada, el resultado será único y, para bien o para mal, sorprenderá. En todo caso, si es para mal, siempre podremos cubrirlo todo con Isolfix Antimanchas o Isolfix Plus y volver a empezar o dedicarnos a otra cosa. ¿Qué os parece? ¿Os animáis? Entonces entremos en detalles.
01 El fondo
El splatter es una técnica de acabado, lo cual significa que debe ser aplicado sobre una pared pintada, en ningún caso sobre una pared recién enlucida. Ahora bien, nadie ha dicho que esa pared tenga que ser necesariamente blanca. Un gris claro puede funcionar bien como color de fondo, e incluso se puede invertir el orden aplicando un fondo oscuro y salpicando con pinturas claras.
Además, antes de empezar a salpicar la pared, es más que recomendable aplicar una imprimación para que las salpicaduras no queden difuminadas al secarse.
02 Las pruebas
Nosotros os recomendamos que hagáis alguna prueba previa sobre una sábana vieja. Eso os permitirá probar varias técnicas de salpicado, ver cómo afectan los cambios de dirección, cómo combinan los colores… Eso sí, si lo que vais a tratar de hacer luego es pintar una pared, no hagáis la prueba sobre una sábana tendida en el suelo, porque entonces la gravedad os va a ofrecer un resultado distinto al que luego tendréis cuando salpiquéis la pared.
03 La pintura
Para hacer las salpicaduras emplearemos pintura plástica. Dependiendo de la técnica que empleemos, esa pintura deberá estar algo diluida no diluida en absoluto. Básicamente, para salpicaduras muy violentas basta con la pintura sin diluir, pero para cosas más sutiles, como la salpicadura del cepillo de dientes (que veremos más adelante), la pintura debe ser más líquida y, por lo tanto, la diluiremos algo, siempre respetando la tasa de dilución máxima especificada por el fabricante. También tendremos en cuenta que, en general, la pintura diluida ofrece un aspecto algo más apagado cuando se seca.
04 La protección
Si para cualquier trabajo de pintura es necesario proteger un poco la estancia, en este es absolutamente fundamental. Y no solo hablamos de proteger rodapiés y enchufes. Lo más recomendable es que tapemos absolutamente todo lo que no sea la pared que vayamos a salpicar, incluidos en suelo y el techo. No está de más, de hecho, protegerse uno mismo con uno de esos monos de pintor de un solo uso. Os aseguramos que la cosa puede ponerse muy divertida.
05 La composición
Piensa muy detenidamente qué resultado buscas antes de ponerte manos a la obra. Una pared increíblemente caótica, tipo Pollock, puede resultar muy enervante a las pocas semanas. A veces la sutileza de una pared ligeramente salpicada (aunque de manera regular, que no parezca un accidente), es más satisfactoria.
06 La salpicadura pura
Ha llegado la hora de hablar de las técnicas de salpicado y empezamos por la más usada. El nombre lo dice todo, se moja un pincel en la pintura y se salpica con un movimiento de muñeca, de codo o de brazo. Cuanto más amplio el arco, más larga la salpicadura. También debemos tener en cuenta el ángulo. Una salpicadura lanzada a cierta distancia y de manera frontal dejará goterones redondos, mientras que una lanzada lateralmente dejará gotas ovaladas, más alargadas cuanto más cerrado sea el ángulo.
La herramienta también es aquí importante, no es lo mismo usar una brocha, que una paletina un pincel, o los dedos de una mano. Porque sí, ¿quién ha dicho que tengamos que utilizar herramientas de pintor?
Además de todo lo anterior debemos tener en cuenta cómo se va a comportar la pintura en cuanto toque la pared. Si salpicamos con pintura poco densa, es posible que esta resbale por la pared, lo cual creará un patrón vertical, que puede ser de nuestro gusto o no. Y esto, tenlo en cuenta, es algo que no podrás conseguir en tus pruebas previas sobre una sábana.
07 El goteo
Técnicamente el goteo (dripping) solo es válido sobre lienzos tendidos en el suelo, cosas de la gravedad, pero hay formas de imitarlo en una vertical. Una de ellas es mojar una brocha en pintura, acercarla a la pared y soplar sobre ella enérgicamente. Las gotas proyectadas sobre la pared lograrán algo bastante parecido a una gota que hubiera caído verticalmente.
08 La técnica del cepillo de dientes
La técnica del cepillo de dientes se utilizaba mucho en ilustración, cuando los trabajos se terminaban a tinta y no con un ordenador. Básicamente consiste en mojar un cepillo de dientes con la pintura y después pasar un dedo o un lápiz por los pelos, doblándolos, de manera que estos, al recuperar la vertical, lanzan la pintura en gotitas minúsculas, pero con una densidad sorprendentemente regular, siempre que mantengamos la misma distancia.
Trasladado al splatter de una pared, es una buena forma de conseguir un salpicado regular “de fondo”. Ahora bien, como un cepillo de dientes es demasiado pequeño, conviene utilizar otra herramienta como una paletina de pelo rígido o ¡una escoba!
Técnicamente el splatter consiste solo en salpicar, así que todo lo que no sea eso, no es considerado splatter. Claro que eso no quiere decir que no podamos acompañar el asunto de otras técnicas; por ejemplo de las de tipo tampón, como la que vimos en este post.