¡Qué tendrá la moda que nunca se está quieta! Lo que ayer nos parecía maravilloso, hoy se nos antoja un horror, mañana será vintage y pasado… ¡estará otra vez de moda! Puede que no ocurra con todo, pero está claro que sucede con muchas cosas. ¿Quién sabe? ¡Tal vez en unos años nos matemos por tener toda la casa al gotelé!
El caso es que hoy hemos decidido hablar de algunos estilos decorativos para paredes que, si bien ya no se llevan apenas, es posible, quién sabe, que tengan un futuro brillante; el insondable mecanismo de las tendencias tiene la última palabra.
01 Estilo rústico
El estilo rústico consiste en “pintar” la pared con un plaste de acabado rústico tintado a nuestro gusto. El pintor, por lo tanto, no utiliza brochas ni rodillos (de forma general), sino llana y espátula. Se puede aplicar posteriormente un gel pátina, con lo que se crean diferentes tonalidades veladas. El acabado es irregular, como el de una antigua pared de adobe encalada y avejentada.
Obviamente, no se puede fiar la decoración rústica enteramente a las paredes. ¡El mobiliario y el resto de elementos decorativos deben estar en línea para lograr un efecto auténticamente rústico!
02 Veladuras
La veladura es un efecto de acabado generalmente mate. Se consigue cubriendo la pared con ‘manchas’ efectuadas mediante una esponja, un guante, un trapo o incluso una brocha. Hay diversas técnicas, pero en cualquier caso la aplicación debe hacerse de forma aparentemente aleatoria. Esto es muy importante porque la mente está acostumbrada a buscar patrones y, si identificáramos varios motivos alineados, el efecto no sería estético.
El summun de la veladura es la técnica de imitación de mármol, en la cual se incorporan tierras. Se moja el elemento en la pintura, se presiona sobre ciertos áridos del color deseado y se aplica después sobre la pared. Los buenos profesionales (y ya quedan pocos que dominen la técnica), son capaces de lograr increíbles imitaciones de mármol de esta manera, con vetas de distintos colores de lo más creíble.
03 Estuco
El estuco es una pasta compuesta de cal, yeso, cemento, arena de mármol y pigmentos naturales, que se aplica sobre las paredes y techos como elemento decorativo. Se logra así una textura lujosa, suave y brillante, que hace años estuvo muy de moda.
Podríamos decir que, si la técnica de la veladura se hace aplicando la pintura a ‘zarpazos’, aquí esos ‘zarpazos’ se dan con una espátula cargada de pasta pigmentada al gusto. En el estuco los motivos tienen, pues, relieve. Por lo demás, aquí también deben aplicarse de forma aparentemente aleatoria. Es una técnica muy delicada y que, sobre todo, requiere muchísima paciencia. Puede que vuelva a estar demandada en unos años…
04 Rayados y texturados
Seguramente los diversos acabados que podríamos englobar dentro de la categoría ‘rayados y texturados‘ fueron los que más de moda estuvieron en años recientes. También son, con toda seguridad, los más denostados hoy en día. ¡No en vano, el estilo más famoso dentro de esta categoría es el hoy infame gotelé!
Sin embargo, no debemos olvidar que el gotelé no era el único acabado disponible; los rayados, por ejemplo, también tuvieron bastante éxito. En lugar de presentar picos, los rayados consistían en hendiduras en forma de surco, de manera que su relieve era ‘hacia adentro’ y alargado.
Por cierto, si os habéis preguntado alguna vez cómo pudieron los texturados estar tan de moda, la respuesta está en la comodidad. ¡No hay mejor manera de disimular una pared mal raseada que con gotelé!
¿Qué os parece? ¿Creéis que veremos resurgir alguno de estos viejos estilos de sus cenizas en un futuro próximo? ¿O tal vez regresarán las técnicas de carpintería para decoración de paredes? ¡Hay quien vaticina que pronto volveremos a ver molduras decorativas!