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Soluciones prácticas de bricolaje, reparación y tratamiento de superficies.

Hace poco hablábamos de la “técnica de florecimiento”, un técnica —casi un arte, podríamos decir—, que permite a los pintores profesionales pintar sin necesidad de utilizar cinta de carrocero para proteger esquinas y otros elementos. Hoy os traemos un truco mucho más de andar por casa, pero que persigue el mismo objetivo.

Este truco, para el que vas a necesitar utilizar las dos manos, consiste en utilizar una pieza dura pero fina (como una tarjeta de crédito) que corra junto a la paletina, protegiendo la superficie que no se desea pintar.

Se moja por tanto la paletina y se escurre bien (puedes emplear este otro truco para escurrirla sin manchar). Esto es importante porque si la herramienta va demasiado cargada, la pintura puede resbalar por la pieza protectora, que estará todo el rato en contacto con la brocha, y al final terminará goteando. El caso es que una vez que tengamos la paletina escurrida, la llevamos a la esquina que estemos pintando y, mientras la hacemos correr por la superficie, la acompañamos con la mencionada pieza. Es conveniente que, a la vez que volvamos a cargar la paletina de pintura, limpiemos la tarjeta con un trapo para evitar que la pintura se acumule en ella y gotee.

En definitiva, un truco muy sencillo pero muy útil cuando el tiempo apremia.

 

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Comentarios de otros usuarios:

Antonio dice:

Genial, gracias por los consejos. Este fin de semana me voy a poner manos a la obra, quiero empezar el año nuevo con una lavado de cara importante en una de las habitación. Gracias por el artículo, un saludo.

Bricopared responde:

Genial Antonio. Suerte con ese lavado de cara. Y ya sabes, estaremos encantados de que compartas el resultado con nosotros.
Un saludo.

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Normalmente, para los aficionados al bricolaje, pintar una estancia es un trabajo que requiere, aparte de la pintura y las herramientas, mucha cinta de carrocero, papel de pintor o plásticos.

Enmascarar una estancia antes de pintarla (tapar los rodapiés y los marcos de puertas y ventanas, cubrir los apliques de luz, etc.), puede llevarnos un buen rato y, además, si no lo hacemos bien, el resultado puede ser muy malo. Sobre todo si hemos pintado la pared de un color distinto al anterior.

Y sin embargo, enmascarar una estancia antes de pintarla no es un paso obligatorio. Muchos pintores profesionales con años de experiencia confían en su destreza para pintar sin haber cubierto poco más que el suelo. Pero ¿Cómo son capaces de pintar los encuentros entre paredes, o al ras de los rodapiés, por ejemplo? Mediante la técnica de florecimiento.

La técnica de florecimiento no es algo recomendable para quien pinte una pared por primera vez, pero si lo tuyo es la pintura y tienes algo de experiencia, puedes intentar ponerla en práctica. Así es como se hace:

Obviamente, esta es una técnica complicada que necesita mucha práctica. Nosotros te recomendamos que, si te atreves a ponerla en práctica, comiences probando en puntos no críticos, como por ejemplo el encuentro entre dos paredes que vayas a pintar del mismo color.

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Hoy os traemos un truco que no por obvio es menos útil y que nos permitirá enmascarar una habitación rápidamente antes de pintar.

Cuando nos disponemos a proteger rodapiés, marcos, enchufes, interruptores o cualquier otro elemento, como paso previo a pintar una habitación, a menudo nos eternizamos en la tarea porque intentamos hacer varias cosas a la vez. El ejemplo claro son los rodapiés; generalmente intentamos presentar el borde del papel de pintor cerca de la pared y después pasar la cinta de carrocero procurando que cubra milimétricamente el borde del rodapié y a la vez que “pise” el papel. Sin embargo es fácil que este se mueva mientras lo hacemos; algunas veces queda demasiado cerca de la pared, por lo que la cinta se pega a él, pero no al borde del rodapié; y otras, en cambio, se aleja y terminamos con un hueco entre el papel y la cinta.

mal encintado

La solución consiste en separar las dos tareas. Por un lado fijaremos la cinta de carrocero en el borde del rodapié, sin preocuparnos de nada más que de que quede bien ajustada al borde; después fijaremos sobre dicha cinta el papel de pintor, sin tener que preocuparnos esta vez por la precisión, porque tendremos tanto margen de error como anchura tenga la primera cinta que hemos pegado.

buen encintado 1 buen encintado

La única pega de este truco es que gastaremos el doble de cinta de carrocero, pero a cambio ganaremos mucho en velocidad y precisión.

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Comentarios de otros usuarios:

Julia dice:

Genial articulo!

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Quienes alguna vez nos hemos animado a pintar las paredes de casa prescindiendo de los servicios de un profesional, no hemos tardado en descubrir que las manchas, incluso las más inapreciables, se resisten a desaparecer como si tuvieran vida propia. Una y otra vez aplicamos capas de pintura encima pero, en cuanto ésta seca, ¡voilà! ahí está otra vez la dichosa marca.

Para solucionar este problema tan común surgen las pinturas antimanchas. No se trata, en contra de lo que muchos creen, de pinturas que repelen las futuras manchas (que saldrán al frotarlas con un paño húmedo, siempre que sean recientes), sino de pinturas que bloquean las antiguas, es decir, que las cubren por completo e impiden que vuelvan a aflorar.

Aclarado esto ¿qué hacemos cuando una pequeña mancha ya seca se resiste al paño húmedo? La solución, obviamente, no puede pasar por pintar toda la pared de nuevo cada vez que esto ocurre. Es en ese momento cuando llega en nuestra ayuda Isolfix al Agua en Tubo, es decir, la pintura Isolfix de siempre, pero en un formato de aplicación instantánea.

Ya lo veis, Isolfix al Agua en Tubo es la forma más sencilla de tapar de una vez por todas esas persistentes manchas. Y si nuestra pared es blanca y, por lo tanto, no es necesario acabar con algún otro color…  ¡entonces sólo nos llevará cinco minutos!

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