Antes de hacer nada, piensa en cómo vas a actuar. Cualquier trabajo en una terraza o un balcón es muy delicado, no sólo por el peligro de precipitarse a la calle, sino también porque cualquier herramienta que se te escape de las manos puede herir a alguien que pase por debajo.

No dudes en hacerte con un arnés y un cabo si vas a trabajar en un lugar potencialmente peligroso.

Es importante encontrar la causa que ha provocado el desperfecto. Si se trata de fisuras que parten o están próximas al punto en el que el voladizo se une a la fachada, bien sea en el plano horizontal o en el vertical, es posible que sean fisuras dinámicas debidas a la vibración. En ese caso, debemos aplicar Aguaplast Fibra, un plaste especialmente desarrollado para este tipo de fisuras. Puedes recordar aquí cómo se hace.

Si, por el contrario, se trata de pequeñas zonas desprendidas en los bordes del voladizo, te recomendamos reconstruirlas con Aguaplast Obrafácil.

Si los desperfectos son de mucha envergadura, no trates de arreglarlos y consulta a un profesional, porque podría tratarse de un problema grave.

Si se ha desprendido una parte del voladizo, es posible que las zonas que estaban en contacto con esa parte estén flojas. Rasca con una espátula para eliminarlas o, si crees que es el caso, golpealas con un cincel y un martillo. Una vez más, vigila que los restos no le caigan encima a nadie.

Si parte del forjado del balcón ha quedado a la vista durante un tiempo y presenta problemas de óxido, antes de aplicar el plaste debes sanear dichas partes limpiando el óxido con Minoxil.

Es posible que, después de haber retirado las partes blandas, la superficie del muro haya quedado algo pulverulenta. Para evitar que esto afecte al recrecido, a continuación aplicaremos una mano de consolidante Deltafix. De esta manera damos solidez a la superfiicie y la preparamos para recibir el plaste.

Mezcla una parte de agua por cada cuatro partes de Aguaplast Obrafácil y amasa bien hasta conseguir una pasta suave y consistente de uso inmediato. Respetar la proporción es importante porque, como estamos reparando un voladizo, si lleva mucha agua la mezcla se descolgará.

A continuación, aplica el plaste con una espátula o una llana. Recuerda que, si estás reparando una esquina, existen espátulas en ángulo para ese uso específico.

Si deseamos un acabado profesional, podemos aprovechar el Deltafix que nos quede para volver a consolidar toda la superficie antes de pintarla. De esta forma aseguraremos una absorción regular de la pintura, con lo que evitamos distintas tonalidades y, además, ahorramos algo de pintura.

Una vez que el plaste haya secado, ha llegado la hora de aplicar la pintura que corresponda (que será una pintura especial de fachadas, claro).

Como siempre que nos enfrentamos a una grieta, es necesario rascar con la una espátula o con la esquina de una paleta para abrir la grieta en V. De esta forma nos aseguramos de rellenar bien la grieta en toda su extensión. Además, al rascar los bordes de la grieta, retiraremos cualquier parte suelta.

Hemos dicho que esto es un Aguaplast en toda regla ¿no? Pues como no podía ser de otra manera, antes de aplicar el plaste, toca limpiar. Asegúrate de que el soporte está perfectamente limpio si quieres asegurar la adherencia del plaste.

Vale, esto no suele ser necesario con el Aguaplast Standard, pero no deja de ser recomendable (aunque no obligatorio) en el caso del Aguaplast Exterior. Únicamente cuando los soportes son muy absorbentes, conviene imprimar con Fixacryl.

Por otro lado, si vamos a aplicar Aguaplast Exterior sobre cualquier tipo de metal, sí que conviene dar previamente una imprimación de Todo Terreno sobre dicho metal para evitar futura oxidaciones.

Sigue las instrucciones del estuche, como siempre, es muy sencillo: debes mezclar 1 parte de agua por 3 de polvo y amasar hasta obtener una pasta suave y consistente. Una vez que consigas la consistencia deseada, no vuelvas a mezclar. Ahora tienes unas 2 horas (en condiciones ideales de unos 20º) para trabajar con esa pasta, tiempo más que suficiente. Pero antes de aplicar, un último paso…

El plaste trabajará mejor si el soporte sobre el que lo aplicas está húmedo (¡húmedo, no mojado!). Así que ya sabes, vaporiza un poco de agua y aplica el plaste como siempre, con la espátula y en dos pasadas perpendiculares.

Si de lo que se trata es de repintar una barandilla y no de pintarla por primera vez, revisa su estado antes de aplicar la pintura. Si la pintura vieja está agrietada, puedes retirarla fácilmente con una pistola de calor y una lija de alambre. Además, si encuentras restos de óxido, puedes limpiarlos utilizando Minoxil.

La pintura Todo Terreno Spray es una imprimación y pintura todo en uno, así que con una sola aplicación, ya te habrás saltado el tedioso paso de imprimar. Además, tiene propiedades anticorrosivas, con lo que ayuda a proteger el metal. Aún así, si la barandilla va a estar sometida a condiciones muy extremas, es mejor que la protejas con un antioxidante específico para asegurarte de que no vuelva a aparecer óxido.

Para aplicar Todo Terreno Spray, regula el flujo mediante los mandos incorporados en el difusor. Puedes optar por una difusión vertical u horizontal, así como abrir o cerrar el ángulo del flujo. A continuación, coloca un cartón en el lado opuesto al que vayas a pintar para asegurarte de que no caiga al suelo la pintura vaporizada que no impacte en la barandilla. Y por último ¡aplica la pintura sin el más mínimo esfuerzo! Puedes dirigir el chorro en cualquier dirección ¡Verás que no queda un solo ángulo sin pintura!

Después de que haya secado la primera capa, te recomendamos que apliques una segunda para lograr un acabado perfecto.