Es común que debido a la presión de los materiales o con el paso del tiempo, aparezcan grietas o fisuras en las paredes exteriores de nuestra casa. Los lugares más comunes en los que suelen aparecer estos desperfectos son las zonas de unión de la pared con otros elementos como tuberías y anclajes, las terrazas y balcones y las ventanas y puertas exteriores.
Si dejamos pasar el problema sin repararlo el desperfecto puede ir a más, provocando humedades, goteras o incluso complicaciones estructurales en el soporte.
La opción más rápida y económica consiste en aplicar un plaste o masilla. Has de tener en cuenta que no sirve cualquier tipo, ya que necesitaremos un material que aguante el peso y la fricción de las paredes sobre la grieta. Para ello, puedes utilizar o bien Aguaplast Fibra o Aguaplast Rellenos Elástico. Ambas son masillas flexibles que aguantarán estoicamente la presión.
01 Fisuras o Grietas
Si se trata de una fisura, limpia la zona procurando eliminar el polvo y los restos de material en mal estado. Una vez lo hayas hecho, aplica la masilla con una espátula o llana deslizándola sobre la fisura.
En caso de que se trate de una grieta, intenta abrirla más utilizando una espátula. Crea un surco en forma de V que penetre hasta el interior de la grieta. Es ahora cuando puedes aplicar la masilla, en varias manos, ya que rellenará totalmente este desperfecto. Desplaza la espátula sobre la pared para dejar la superficie lo más lisa posible.
02 Secar y lijar
Una vez reparada la pared, es hora de dejarla secar un tiempo. Cuando lo haya hecho puedes lijar el producto para dejar la pared lo más lisa posible.
03 Pintar
Si quieres disimular completamente el arreglo que has hecho, pinta encima con pintura del mismo color que la fachada. ¡Listo! Nadie diría que antes había una grieta sobre esa pared de tu casa.