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Soluciones prácticas de bricolaje, reparación y tratamiento de superficies.

Estamos a las puertas de julio, así que muchos de los afortunados poseedores de una piscina se encontrarán a estas alturas tratando de restaurar el agua, si la han mantenido llena, o reparando sus vasos vacíos antes de llenarlas, si es que las vaciaron al terminar la temporada 2022.

Hace unos años, lo más habitual era que los propietarios de piscinas de tamaño pequeño o medio las vaciasen al terminar la temporada de baño, para volver a llenarlas al año siguiente. Sin embargo, en los últimos años, esta es una práctica que se desaconseja por varios motivos: primero porque es poco ecológica, ya que, si la piscina está en buen estado, se puede recuperar el agua con productos químicos y así se ahorran miles de litros. Segundo, porque una piscina vacía es susceptible de sufrir daños estructurales debido a la presión que ejerce la tierra sobre el vaso.

Por lo tanto, lo aconsejable es inspeccionar la piscina al final de la temporada y mantenerla llena siempre que sea posible, aunque se hayan identificado desperfectos. Al año siguiente, ya sí, la vaciaremos, la repararemos y las volveremos a llenar. Dicho esto, en este post reunimos varias de las reparaciones más habituales en piscinas.

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Ahora que el verano está a la vuelta de la esquina, es tiempo de volver la mirada hacia la terraza, el jardín y, para los más afortunados, la piscina. Si perteneces a este último grupo, es posible que alguna vez te hayas encontrado con que, después del invierno, tu pisicina no está en las mejores condiciones. Las fisuras que provocan pequeñas pérdidas o filtraciones no son extrañas en las pisicinas de vaso de hormigón. La buena notica es que la solución no es demasiado complicada.

Hace poco, los chicos de Bricomanía nos mostraban cómo reparar una grieta en el vaso de una pisicna. Aquí puedes volver a ver el vídeo.

Cómo reparar grietas y baldosas en piscinas

Y ahora, vayamos paso a paso

¡Y listo! 24 o 48 horas después ya podemos volver a rellenar la pisicina. ¡Y a disfrutar del verano!

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Faltan menos de 24 horas para que comience oficialmente el verano de 2018 así que vamos a aprovechar para publicar un post de lo más veraniego. Aunque vamos a centrarnos en la reparación de los accesos de una piscina, el artículo también pretende ser de interés para aquellos que no tengáis el privilegio de poseer una. Y es que el producto que vamos a emplear, Aguaplast Obrafácil, es muy versátil y tiene muchos campos de aplicación.

Aguaplast Obrafácil es un mortero impermeable que sirve, por ejemplo, para la renovación y protección de estructuras de hormigón, el bloqueo de eflorescencias (a partir de 3 mm de espesor), la reparación de elementos sin necesidad de encofrado (balcones, pilares, cornisas, voladizos, juntas de ladrillo), la colocación de anclajes y elementos de fijación (escaleras, bordillos, vierteaguas, escalones…). En definitiva, sirve para casi cualquier trabajo de exterior. Pero además, como es un producto impermeable, también podemos utilizarlo en reparaciones de fachadas o, como en este caso, para la reconstrucción de los accesos de una piscina.

Como ya hemos dicho antes, este es solo uno de los muchos usos que podemos darle al Aguaplast Obrafácil, un producto de propiedades profesionales, pero pensado para el bricolador avanzado.

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Hace unas semanas os explicamos cómo fabricaros vuestro propio pie de sombrilla. Hoy vamos a hablar de otro elemento que en los últimos años ha ganado mucha popularidad frente a las sombrillas de toda la vida: las velas de terraza. A su favor tienen que resultan un elemento mucho más estético que una sombrilla, no estorban el paso, puesto que las fijaciones se pueden prolongar hasta las paredes o soportes perimetrales y, además, una vez plegadas apenas ocupan sitio. Su principal punto débil es su poca versatilidad, puesto que, al contario que las sombrillas, que se pueden ir moviendo para acomodar la sombra a donde queramos, las velas han de quedarse fijas en sus anclajes.

A no ser, claro que contemos con varios anclajes que nos permitan colocar las velas en varias posiciones. Y de eso vamos a hablar precisamente hoy: de cómo colocar un sistema de anclajes que permita colocar o retirar las velas rápidamente rápidamente y sin mucho esfuerzo.

Nuestra propuesta consiste en emplear argollas encastradas en la pared para pasar los vientos de las velas, pero no para atarlos. En su lugar emplearemos cornamusas como puntos de amarre, siempre situadas por debajo de las argollas, en su vertical. Las cornamusas son piezas en forma de T que se usan en los barcos para tomar vueltas a los cabos y dejarlos fijos. Lo bueno de este sistema argolla+cornamusa es que  permite tensar y destensar la vela sin necesidad de hacer nudos ni de emplear apenas fuerza, pues las argollas actuarán como simples poleas y las cornamusas, bien empleadas, bloquearán la cuerda perfectamente.

 

cornamusa argolla

 

Otra de las ventajas de usar este sistema es que redirige la fuerza que se ejerce sobre la argolla, de manera que la obliga a trabajar en palanca, en lugar de someterla a una fuerza de extracción. Esto, que dicho así puede resultar algo lioso, se comprende perfectamente con los siguientes gráficos.

fuerza de extracción  fuerza de palanca

 

En cuanto a la argolla, como ya hemos dicho, nosotros recomendamos las que van encastradas en la pared en lugar de las que van fijadas con tacos. No solo son mucho más resistentes (especialmente a la mencionada fuerza de palanca), sino también mucho más duraderas. Para fijarlas emplearemos Aguaplast fijación. Basta con hacer un orificio lo suficientemente amplio, rellenarlo con el plaste e introducir la pieza. Hay que tener en cuenta que no se trata de que la pieza entre justa, sino que tiene que estar completamente rodeada de plaste, así que el agujero debe ser considerablemente mayor que el vástago de la argolla. Las cornamusas, en cambio, se colocan con taco de fijación, porque no las venden de otro tipo.

Las piezas las colocaremos, obviamente, según queramos situar la vela, pero nuestra recomendación es que esta presente algo de caída. De esta manera, si cae un chaparrón, la vela desaguará lo suficientemente rápido como para no deformarse por el peso. Claro que, con este sistema es tan sencillo que cuando amenace lluvia, simplemente podemos retirar las velas en un minuto.

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