Vacía la piscina si estuviera llena y espera a que las paredes de la misma se sequen para poder trabajar sobre ellas.

En ese caso aplicaremos un producto especial para esta labor, como Aguaplast Impermeabilización. Para ello mezcla 1 kilo del producto con un cuarto de litro de agua (250 ml) hasta que obtengas la masilla.

Aplica una capa de Aguaplast Impermeabilización (3-5 mm) sobre la zona en la que se encontraba el azulejo. A continuación colócalo de nuevo presionándolo en la posición correcta con el dedo.Si la zona a reparar es amplia, se han roto varios azulejos, o se trata de baldosas grandes (con el mosaico dibujado), antes de empezar deberás desprender los restos de material con un cincel y un martillo. Observarás que es más sencillo de lo que parece si golpeas primero la parte superior.

Una vez colocado el azulejo, deberás rellenar las juntas. Para ello, te recomendamos hacerlo con el mismo Aguaplast Impermeabilización si quieres que el color de la junta sea gris, y con el producto “Juntas Blancas Impermeables” si deseas dejar las juntas blancas. Aplica el producto sobre las juntas de los azulejos, sin miedo a que se “manche” el azulejo. Tras esperar 20 minutos, pasa un paño con agua para eliminar los restos de producto.

Lo primero fue retirar todo el material flojo, podrido o en mal estado. Empezamos quitándolo a mano (tan flojo estaba), pero acabamos picando aquí y allá. De la esquina quitamos un buen trozo, así como todo el material que recubría la parte inferior del voladizo. Para terminar, cepillamos bien la zona, a fin de que no quedara polvo suelto.

Después de quitar el óxido de las partes del forjado que habían quedado a la vista, las pintamos bien con Todo Terreno al Agua para protegerlas de óxido. A continuación reconstruimos el forjado insertando varillas de acero corrugado entre la pared y la barandilla (que había quedado medio en el aire). Para fijarlas, utilizamos taco químico. Por último las pintamos bien con Todo Terreno para protegerlas.

Para verter el mortero sobre esta zona, fabricamos un pequeño encofrado de madera que fijamos al propio voladizo de la terraza mediante unas grandes sargentas. El encofrado quedaba abierto por arriba, que es por donde vertimos el mortero. También aprovechamos esta primera mezcla para tapar los agujeros más grandes que habían quedado en el voladizo al retirar el material podrido.

Una vez que la esquina estuvo seca y pudimos retirar el encofrado, procedimos a aplicar una primera mano de Mortero de Reperfilado de Beissier, que debido a su composición es capaz de mantenerse en su sitio por mucho que la gravedad se empeñe en llevárselo consigo. Con esta primera mano conseguimos igualar bastante la parte inferior del voladizo, incluyendo la esquina recién reconstruida.

Aplicamos una segunda mano de Mortero de Reperfilado y pasamos la llana dentada para dejar una superficie estriada. Sobre esta superficie aún húmeda extendemos una malla de PVC, que aportará dureza estructural y prevendrá futuros pequeños desprendimientos. La pegamos con la ayuda de la llana y la dejamos secar. Posteriormente la cubriremos con una tercera mano de Motero de Reperfilado.

Para alisar la superficie final escogimos Aguaplast Exterior, que es muy fácil de trabajar y tiene un acabado muy fino. Con esta última mano conseguimos una superficie mucho más lisa. También tratamos de reconstruir un poco las esquinas, pero aquí ya se nota quién es profesional y quién no. ¡Y nosotros nunca habíamos hecho esto!

Toda buena reparación de exterior tiene que terminar con una mano especial de pintura para fachadas. Nosotros escogimos la Missil de Beissier, con la que ya habíamos pintado la fachada.