Puede que no parezca demasiado imaginativo, pero siempre crea un efecto bonito. Pintar el borde superior de la maceta es tan sencillo como enmascarar la zona con cinta de carrocero y aplicar la pintura. Recuerda, eso sí, que deberás pintar también el interior de la maceta, al menos hasta donde vaya a llegar la tierra. Una vez aplicada la mano de Todo Terreno al Agua, que servirá de imprimación, puedes pintar cada maceta de un color distinto.

Tal y como vimos en nuestro post sobre decoración de damajuanas, pintar la base de la maceta también queda muy bien. Pero el efecto es más moderno y más bonito si, en lugar de pintar a nivel, inclinamos el borde de la zona pintada. Para delimitar la zona a pintar utilizaremos cinta de carrocero.

Uno de los efectos más originales. Consiste en dejar unos chorros de pintura que parezcan rebosar libremente… pero hacia arriba. Para lograr este efecto colocaremos la maceta boca abajo sobre una lámina de papel de pintor, o mejor aún, sobre un plástico y dejaremos caer la pintura poco a poco sobre la base, para que desde ahí patine por los bordes.

Se trata de un efecto muy vistoso también, que queda mejor aún si en lugar de usar un solo color, utilizamos varios. Ten en cuenta, eso sí, que deberás trabajar en una zona muy bien protegida con plásticos o papel de pintor, porque la pintura va a volar sin control en todas direcciones, manchándolo todo a su paso. Una vez que tengas el lugar de trabajo listo, coloca la maceta en el centro y dedícate a salpicarla con una paletina bien cargada de pintura.

Si quieres darle un toque despreocupado al cuarto, ¿por qué no pintas unos azulejos sí y otros no? Si utilizas colores alegres, prepararse por las mañanas será mucho más llevadero.

A veces, pintando de cierta manera, podemos conseguir un estampado más actual en los azulejos. Por ejemplo, con cinta de carrocero podemos crear un mosaico de triángulos que permita dar un aspecto vintage y elegante.

Si pintas una línea de azulejos podrás darle un aspecto dinámico al cuarto de baño o la cocina. Un pequeño truco: si pintas la pared más pequeña el cuarto dará una sensación de espacio más amplio.

Comenzaremos pasando una lija (preferiblemente eléctrica, para más comodidad), por la superficie de la silla. No se trata de retirar la capa de pintura anterior, ni mucho menos, sino de rebajarla y uniformizar la superficie quitando las partes que puedan estar flojas.

Pasa un trapo o un estropajo metálico para retirar los restos del lijado de la superficie. Esto es importante para que la pintura que vayamos a aplicar se adhiera correctamente.

Manipula el selector del tubo de Todo Terreno Spray para determinar la orientación y la anchura del flujo, y después comienza a aplicar la pintura sobre la superficie desde una distancia de unos 20 centímetros y sin dejar de hacer pasadas regulares. Ten en cuenta que la pintura que no entre en contacto con la silla seguirá su camino, por lo que te recomendamos que la coloques encima de un plástico y que te abstengas de pintarla si hay algo de viento.

Cuando la primera capa haya secado, no dudes en aplicar una segunda para conseguir un acabado perfecto. Antes de guardar el bote de Todo Terreno Spray recuerda vaciar el cabezal pulverizando el spray con el bote en posición invertida, así evitaras obstrucciones.