Hace poco hablamos en Bricopared sobre las distintas formas en las que se podían disponer los azulejos en una pared. De entre todas ellas, la forma de espiga es, con toda seguridad, una de las más vistosas. Colocar azulejos en forma de espiga es algo más complicado que la clásica disposición de junta corrida, pero siguiendo una serie de pasos que os vamos a enumerar a continuación, cualquier bricolador con buena mano puede afrontar el trabajo. En este caso, vamos a ver cómo hacer esta colocación con piezas de proporción 2:1; es decir, dos veces más largas que su propio ancho. ¡Vamos allá!
01 Corta las piezas de arranque
Comenzaremos cortando una pieza piezas que nos servirá de arranque. El corte debe efectuarse siguiendo la bisectriz de uno de los ángulos del azulejo; o, dicho de otro modo, debe nacer desde una esquina de la pieza y seguir un ángulo de 45º.
Este corte dará lugar a dos mitades que vamos a llamar ‘mitad 1’ y ‘mitad 2’. Debemos guardar ambas, pues nos van a ser útiles enseguida.
02 Toma referencias
Antes de hacer el encolado trazaremos una línea vertical en mitad de la pared. Para ello emplearemos un nivel. Esta línea nos servirá para arrancar con la primera espiga. De esta forma tendremos una espiga perfectamente centrada, con lo que el efecto será más armonioso. Pero esta no es la única función, de esta referencia, como veremos a continuación.
Después de trazar esta línea, comprobaremos que el nivel de cota 0 de la zona a alicatar es perfectamente horizontal. Si lo es, podremos arrancar desde ahí. Si no lo es, colocaremos la primera pieza (mitad 1) con su ángulo superior derecho apoyando en la línea vertical que hemos trazado y la base perfectamente horizontal (una vez más, el nivel es imprescindible) Haremos una marca en el punto donde el ángulo del azulejo toca la línea vertical y, después, prolongaremos esa marca como una línea horizontal perfectamente nivelada (el nivel…). Esta marca será nuestra nueva referencia de arranque. Encolando la primera pieza, podemos ir calculando cómo y dónde debemos dar el corte a las demás “mitades 1” a derecha e izquierda de la primera espiga.
De todas formas, una base tan desnivelada no es habitual. Lo esperable es que podamos arrancar desde abajo (el suelo, para una pared completa; la encimera, para un entrepaño…). Además, si en esa base va haber zócalo o rodapié, podremos esconder cualquier pequeño defecto en esa parte del alicatado. Lo realmente importante aquí es que las espigas asciendan en sentido perfectamente vertical, algo en lo que ayudará la línea que hemos trazado al principio.
03 Presenta las piezas
A fin de hacernos una idea de cómo van a quedar las piezas, lo ideal es presentarlas sobre una superficie horizontal, una mesa o el mismo suelo. Para ello partiremos de un línea recta e iremos colocando dos o tres filas. De esta manera podremos comprobar si hemos cortado bien las piezas de arranque, pues cualquier desvío aquí se irá reproduciendo fila por fila hasta ser evidente.
Como se puede observar en el dibujo de debajo, el trozo pequeño del azulejo cortado (mitad 2) sirve para rellenar el hueco entre las dos primeras piezas que coloquemos, que serán, por un lado, el trozo grande del azulejo cortado (mitad 1) y una pieza entera.
04 Encolado
Una vez que estamos seguros de la disposición, es hora de pasar las piezas a la pared. Aquí el momento decisivo es la colocación de la primera pieza, que irá pegada, como hemos explicado, a la línea vertical que habremos trazado en la pared. Si esta primera pieza está pegada en un ángulo de 45º exactos, todo el alicatado saldrá bien, pues luego las crucetas se encargarán de que las demás piezas queden perfectamente alineadas. Pero si, por el contrario, la primera pieza cae ligeramente a uno u otro lado, el error se irá reproduciendo pieza tras pieza hasta hacerse evidente. Así pues ¡mucho ojo con esta primera pieza!
Para pegar los azulejos podemos emplear Cemento Cola Extra o Cemento Cola en Pasta, ambos de Beissier. Recuerda que es imprescindible aplicar cualquiera de estos productos con una llana dentada. Siendo piezas pequeñas (es lo normal en el alicatado de espiga), bastará con la técnica de encolado simple; es decir, se coloca el cemento cola en únicamente en la pared y se presiona la pieza contra él. Recuerda que debes calzar cada azulejo con crucetas adecuadas al tamaño de la pieza para garantizar un alineamiento perfecto.
Nosotros te recomendamos que vayas completando todo el ancho del paño, desde abajo hacia arriba, en lugar de tratar de completar una espiga completa antes de empezar con la siguiente.
05 Últimos pasos
Cuando llegues a los extremos del paño te encontrarás otra vez con el problema de rellenar huecos pequeños en los que una pieza completa no encaja. Aquí no queda más remedio que medir y cortar, hueco por hueco. Esta es, tal vez, la parte donde más maña es necesaria. Recuerda tener en cuenta que cuando midas un hueco debes descontarle el ancho de las crucetas que separan las piezas. Una cosa es segura, los cortes serán siempre en ángulo de 45º.
Por último, cuando ya hayas completado el alicatado, déjalo secar. Después ya puedes proceder al rejunteado, para el cual puedes emplear Juntas Blancas Impermeables siguiendo la técnica que ya explicamos aquí.