¿Os habéis fijado en que el techo de la cocina suele amarillear antes que los demás? No es casualidad, pocos lugares hay en una casa que pongan más a prueba la pintura de paredes y techos que la cocina. En ella se concentran todos los grandes retos para una pintura: humedad debida a las cocciones, manchas de grasa y hollín, óxidos en torno a los focos… Por eso, para pintar techos en una cocina es recomendable utilizar una pintura especial. Y si de lo que se trata es repintar sobre techos que ya llevan su trote… entonces hace falta una MUY especial: Isolfix Plus.
La lista de atributos que convierten a Isolfix Plus en la pintura idónea para la reforma de cocinas (aunque es igualmente válida en cocinas nuevas, claro), es larga: Para empezar puede aplicarse sobre casi cualquier superficie sin necesidad de preparación. No sólo se adhiere a la mayoría de soportes, sino que además tiene la capacidad de bloquear las manchas antiguas y evitar así que se transparenten a través de ella, como sí lo harían a través de capas y capas de pintura convencional. Se puede incluso aplicar sobre paredes húmedas, (pero no mojadas). Es decir que una sola mano de Isolfix Plus viene a ser como un “reseteo” de la pared.
Por otra parte, no huele y seca rapidísimo, algo muy a tener en cuenta en el caso de la cocina, pues se trata de una estancia de uso diario. ¡No sería razonable tener que desayunar, comer y cenar fuera durante varios días porque estamos pintando la cocina! Tampoco gotea ni descuelga, cosa muy de agradecer cuando pintamos techos.
Una vez aplicada, Isolfix Plus es lavable y resistente a la humedad y, por si eso fuera poco, no amarillea con el paso del tiempo. ¿Qué más se puede pedir?