Uno de los desperfectos más comunes en los hogares suelen ser los golpes en la pared provocados por las puertas. Un simple descuido o el mero paso del tiempo puede hacer que el tirador de una puerta roce la pared y finalmente acabe por afectarla. En las paredes de yeso laminado los agujeros pueden llegar incluso a atravesar la placa, si se dan con suficiente fuerza. Para reparar este tipo de desperfectos debemos seguir estos pasos.
01 Prepara la zona
Prepara la zona para recibir el plaste o la masilla que vayas a aplicar. Asegúrate de desprende cualquier parte floja con la punta de la espátula. Lija si es necesario y termina retirando el polvo con un cepillo.
02 Escoge el producto adecuado
Los pequeños desperfectos pueden repararse con Aguaplast Standard, el de toda la vida, o Aguaplast Standard Cima si preferimos las masillas a los plastes. En caso de grandes agujeros será mejor utilizar Aguaplast Rellenos.
En caso de que el golpe haya atravesado una placa de yeso lamidado, el procedimiento es otro y ya os lo contamos aquí.
03 Aplica el producto
Mezcla el producto (en caso de que te hayas decantado por el plaste) y aplícalo con una espátula. Después, deja secar completamente.
04 Lija
Lija bien toda la zona para dejar la reparación invisible al tacto.
05 Pinta
Pinta para dejar la zona como nueva. Ten en cuenta que si la pintura de la pared tiene muchos años, es posible que haya amarilleado y se note la diferencia. En tal caso no queda otra que pintar toda la pared.
06 ¡Pon un tope!
Aprende de tus errores, ¡pon un tope para que la puerta no golpee la pared! Si lo que te da miedo es tener que agujerear el suelo, hoy en día existen topes móviles que paran la puerta con su simple peso.