Cuando nos sumergimos en un proceso de bricolaje de superficies es importante conocer exactamente a qué nos enfrentamos y la forma más rápida, sencilla y económica de hacerle frente.
En primer lugar es importante conocer el tipo de soporte de la pared ya que condicionará el producto que tendremos que aplicar, sobre todo si el desperfecto llega a él a través del revestimiento. Esto suele ser común en golpes y grietas muy profundos. Para solucionarlo debemos aplicar un Aguaplast especial para este tipo de situaciones. Los tipos de soporte más comunes son las superficies de yeso, placas de yeso laminado, madera y metal.
01 Conocer el tipo de soporte
En primer lugar es importante conocer el tipo de soporte de la pared ya que condicionará el producto que tendremos que aplicar, sobre todo si el desperfecto llega a él a través del revestimiento. Esto suele ser común en golpes y grietas muy profundos. Para solucionarlo debemos aplicar un Aguaplast especial para este tipo de situaciones. Los tipos de soporte más comunes son las superficies de yeso, placas de yeso laminado, madera y metal.
02 Conocer el tipo de revestimiento
El revestimiento también condiciona el tipo de productos a utilizar y es importante fijarnos en él, especialmente si los desperfectos son superficiales. Algunos de los revestimientos más comunes en las paredes son las pinturas, tanto al temple como plásticas. Es conveniente conocer de cuál se trata en nuestro caso, ya que las pinturas al temple muestran muy poca resistencia y dureza y se desprenden más fácilmente de la pared. Para comprobarlo, frota la mano contra la pared: si han quedado restos de polvillo en ella es que se trata de pintura al temple o al agua.
Otros tipos de revestimientos son los esmaltes y barnices, las moquetas, el papel pintado y los azulejos. Una vez identificada la superficie sobre la que vamos a trabajar y el tipo de material al que nos enfrentamos, a continuación debemos comprobar el estado del soporte y del revestimiento. Se trata de un paso muy importante, puesto que una mala reparación del soporte o revestimiento llevará a un mal resultado.
Echa un vistazo a las grietas, fisuras, humedades, desconchones o agujeros y elige el producto que más se adapte a cada problemática, ya que las masillas para reparar grietas no son iguales que las destinadas a arreglar golpes o desperfectos. Una vez hayas elegido el producto más adecuado, procede a realizar el recubrimiento posterior. ¡Echa un vistazo a nuestros tutoriales de bricolaje que te guiarán en estos pasos de forma sencilla y rápida!