Las puertas de casa sufren normalmente multitud de desperfectos debido a su uso diario. Manchas de zapato, arañazos y abolladuras son el día a día que tiene que soportar este tipo de elementos. Si quieres renovarlas, a continuación te explicamos cómo las puedes reparar y te damos algunas ideas para redecorarlas por completo.
Para empezar, asegúrate de que la superficie se encuentre en buen estado, sin manchas, restos de polvo, madera o pintura que se pueda desprender. Después, lija los golpes para facilitar que la masilla se adhiera sobre la puerta correctamente.
Si pretendes pintar la puerta después puedes utilizar una de las variedades de Aguaplast, como el Standard o Pluma.
En caso de que no tengas planeado pintar y simplemente quieras disimular una imperfección, puedes utilizar Aguaplast Madera. Elige una masilla de color parecido a la de la madera de tu puerta. Estos son algunos de los tonos disponibles:
Aplica la masilla escogida y alísala con una espátula. Una vez hecho esto, puedes lijar la zona para dejarla lo más lisa posible. En el caso de que el desperfecto sea sobre una moldura o un detalle de la puerta, puedes rellenar la hendidura con masilla y lijarla una vez seca dándole forma. Para ello guíate desplazando la lija desde la moldura hacia la zona reparada con masilla, así perfeccionaremos la forma de la puerta lo máximo posible.
Así mismo, recuerda que las puertas son uno de los elementos que más definen el aspecto de una habitación. Puedes volver a pintarla o barnizarla del mismo color para disimular el arreglo o darle un cambio radical pintándola de nuevo completamente.
¿Qué tal de aguamarina, verde pistacho o amarillo pastel para darle un look vintage a la habitación? ¿O si pruebas con una puerta azul marino, granate o negro para darle un aspecto más elegante al cuarto? ¡Los límites los pones tú!
Si quieres saber cómo repintar una puerta puedes guiarte por este tutorial que escribimos hace tiempo.
¿Lo intentamos?