Mucho antes de introducir las placas en la cámara de corrosión, es más, mucho antes de que las pinturas estuvieran secas, ya se podía notar la diferencia en la calidad. La simple aplicación delata qué imprimación tiene buena adherencia y cuál no. Si una imprimación o pintura multisuperficie se mueve de un lado al otro según pasamos la paletina, difícilmente va a tener un buen rendimiento sobre superficies difíciles. Tal vez se endurezca mucho al secarse, pero no estará convenientemente anclada a la superficie y, por lo tanto, no podrá soportar cargas.

Una simple imprimación es, por definición, relativamente débil. Solo en combinación con la capa de pintura final se consigue un sistema duradero y fuerte. El hecho de que Todo Terreno sea una pintura e imprimación todo en uno no debe llevar a equívoco: las dos primeras capas son de imprimación, para dar el trabajo por finalizado hay que pintar sobre ellas, aunque sea con la propia Todo Terreno.

Nos lo contaban los amigos de Bricocrack; si vamos a aplicar las capas finales relativamente rápido (pero respetando siempre los tiempos de secado) podemos hacerlo sin más complicación. Pero si hemos dejado pasar demasiado tiempo, es mejor lijar ligeramente la superficie para abrir un poco el poro y facilitar que la pintura adhiera correctamente con la imprimación.