Lo primero que debemos hacer es marcar los puntos en los que se van a situar las fijaciones. Lo más sencillo aquí es apoyar el segmento de barandilla que corresponda, y marcar in situ los puntos en los que «caigan» las patas.

Para marcar dichos puntos podemos utilizar cinta de carrocero o spray de pintura lavable, dependiendo del tipo de superficie sobre el que vayamos a colocar la barandilla. Eso sí, ¡recuerda que no se puede usar Aguaplast Fijación sobre yeso!

A fin de proteger las patas de encastre de la barandilla, conviene aplicar una imprimación antioxidante resistente al álcali. Si lo hacemos ahora, podremos continuar con el siguiente paso mientras la imprimación se seca.

El proceso a seguir aquí varía dependiendo del material sobre el que vayamos a trabajar:

Si se trata de una superficie embaldosada, debemos comenzar practicando un orificio con la ayuda de una amoladora con disco para corte de piedra. Una vez que hayamos atravesado la baldosa podemos valernos del martillo y el cincel, o bien de un taladro en modo percutor, para seguir ahondando el agujero.

Si se trata de una superficie de cemento u hormigón, podemos utilizar el cincel o el taladro desde el principio.

En cuanto al agujero, debemos hacerlo entre un 30% y un 50%  más ancho que la pieza que vayamos a encastrar, a fin de que quede completamente rodeado por la suficiente cantidad de Aguaplast fijación. También conviene medir la profundidad, que, obviamente, deberá guardar una cierta proporción con la altura de la pieza a colocar. Haciendo todos los agujeros iguales evitaremos tener un pasamanos inclinado.

Una vez completados los orificios, debemos limpiarlos bien, asegurándonos de que no quedan restos de grava o polvo en el interior.

Mezlca 0,25 litros de agua por cada kilo de Aguaplast Fijación y amasa hasta conseguir una pasta suave y consistente. Cíñete estrictamente a esta proporción agua/polvo, pues un exceso de agua podría dar lugar a futuras fisuras. Además, ten en cuenta que esta mezcla se puede trabajar durante solamente 10 minutos, algo menos, incluso, si la temperatura ambiente es muy alta. Así que conviene apurarse y no hacer más mezlca de la que podamos utilizar en ese estrecho margen.

Antes de aplicar la pasta, es recomendable humedecer tanto los orificios como las patas de encastre de la barandilla. Pero, ojo, recuerda que el plaste endurece muy rápido, no dudes en pedir a alguien que se encargue de esta tarea mientras tú vas haciendo la mezcla.

A continuación, con la ayuda de una espátula, rellena los agujeros con la mezcla y, seguidamente, coloca la barandilla. Como ya hemos dicho, Agualpast Fijación endurece muy rápido, así que no conviene despistarse en este punto ¡o podemos acabar con una barandilla inclinada! Para evitar este inconveniente, un buen truco es colocar en la barandilla un nivel de burbuja, sujeto con cinta americana. También podemos fijar la sección de barandilla a algún elemento que la mantenga perfectamente vertical mientras la mezcla se seca.

Limpia la superficie con un trapo para eliminar polvo, suciedad o restos de detergentes, grasa, etc. Este paso es muy importante, ya que una mala limpieza traerá como consecuencia problemas de adherencia de la pintura. Si encuentras manchas difíciles de quitar, prueba con Limpión de Beissier. ¡Hay pocas cosas que se le resistan!

Utiliza plásticos o papel de pintor, así como cinta de carrocero, para cubrir los muebles, el suelo y todas aquellas zonas que quieras proteger de goterones y brochazos accidentales.

Todo Terreno al agua es una pintra e impriación «todo en uno», por lo que no precisarás de imprimaciones previas. Simplemente abre el bote, remueve un poco su contenido y aplica directamente sobre la pared. Te recomendamos que empieces usando un pincel en las esquinas y otras zonas de difícil acceso y desupués utilices el rodillo en el resto de la pared.

Aguaplast Masilla Universal se utiliza de la misma manera que una masilla normal y corriente: solo tienes que aplicar el producto sobre el agujero, grieta o golpe. Procura recoger con la espátula una cantidad generosa y aplícala encima de la zona a reparar. A continuación, desliza la herramienta arrastrando el producto consigo.

Una vez hayas aplicado la primera capa, es normal que la superficie haya quedado irregular y con relieves o imperfecciones. Tan solo espera a que se seque y aplica una capa más para garantizar una cobertura perfecta.

Ahora, una vez se haya secado la segunda capa, es momento de dejar una superficie perfecta y totalmente lisa. Con la ayuda de una lija, pule la masilla hasta quede totalmente regular.