El cabecero de la cama es, sin lugar a dudas, uno de los elementos con los que más podemos jugar para dotar de personalidad a nuestra habitación. Es, además, una pieza en la que podemos permitirnos no poner límites a nuestra imaginación; una puerta vieja, unos palés, una barandilla antigua… ¡todo parece valer cuando se trata de cabeceros!
Hoy nos vamos a centrar en cómo transformar un cabecero, bien sea de madera o de metal, en una pieza única y moderna. Para ello apenas necesitamos un poco de pintura y mucha imaginación.
CABECEROS DE MADERA
Los cabeceros de madera están de moda, especialmente los de aspecto artesanal. Hacer uno es muy sencillo, basta con tener un martillo, una caja de clavos y unas cuantas lamas de madera bonita (a poder ser veteada y con muchos nudos). Puedes colocar las lamas en sentido vertical u horizontal, según sea tu gusto. Además, si quieres darle un aspecto más artesanal, prueba a hacerlo asimétrico, dejando las lamas desalineadas.
Pero si lo que quieres es destacar y tener un cabecero realmente original, la pintura es el toque maestro.
01 Lija bien la pieza
Es importante dejar la superficie lisa y suave. Ten en cuenta que es un cabecero, así que las astillas y las superficies ásperas no son bienvenidas.
02 Repara los desperfectos
Si, en lugar de fabricarte tu propio cabecero, estás reciclando uno antiguo, busca posibles desperfectos, pues es el momento de repararlos. Puedes recordar cómo se hace aquí.
03 Emplastece y sella la madera
Con una primera capa de imprimación sellaremos el poro de la madera para que la pintura que vayamos a aplicar después se adhiera bien. Nosotros te recomendamos la pintura e imprimación todo en uno Todo Terreno de Beissier; está disponible en cinco colores.
04 Pinta
Si quieres acabar el cabecero con un color distinto a los disponibles para Todo Terreno, aplica ahora el color escogido en dos o más capas. Puedes probar, también, a imprimir algún diseño stencil siguiendo estos pasos. ¡Los diseños geométricos y los tipográficos están muy de moda!
05 Decapa
Este paso es opcional, pero si quieres darle un aspecto antiguo a tu cabecero, puedes hacer un decapé, es decir, un lijado que retire la última capa de pintura en algunos lugares, preferentemente en los cantos. Así consigues “envejecer” el mueble. Te contamos cómo se hace aquí.
06 Barniza
El último y fundamental paso para conseguir un acabado perfecto. Aplica un barniz transparente que, además de darle mejor aspecto, protegerá tu pequeña obra de arte para que dure, al menos, hasta que vuelvas a animarte a fabricar otro cabecero DIY. ¡Ya lo tienes!
CABECEROS DE METAL
Si tu intención es reciclar un cabecero de metal, el proceso es aún más sencillo.
01 Limpia
Limpia bien el cabecero, prestando especial atención a las juntas entre barrotes, donde suele acumularse el óxido. Si el cabecero está muy oxidado, utiliza una lija o cepillo de metal para retirarlo. También puedes utilizar un producto de limpieza específico para óxido como Minoxil.
02 Imprima
El metal es una superficie difícil para casi cualquier pintura, especialmente si se trata de latón. Por eso te recomendamos que utilices la pintura Todo Terreno de Beissier como imprimación y, en su caso, como acabado.
03 Pinta
Aplica dos o más manos de la pintura que hayas escogido. El color blanco queda bien con todo; pero si quieres un cabecero más atrevido, prueba a pintarlo de algún color, ¡el turquesa está de moda!
¡Listo! ¿Qué te parece? ¡Estabas a punto de tirar ese viejo mueble y ahora es el centro de atención de la estancia!