Los rodapiés, además de evitar que manchemos la pared a causa de las rozaduras de los zapatos, también tienen un objetivo estético. Son una unión entre la pared y el suelo que puede condicionar el aspecto de un cuarto.
Si te has cansado de tus zócalos prueba a cambiarlos por otros más modernos y de diseños más atrevidos. Incluso con la imposición de estilos decorativos más actuales como el nórdico, el industrial o el minimalista, puedes retirarlos por completo y conseguir que la pared se una directamente con el suelo.
Para ello seguiremos los siguientes pasos:
01 Deshazte de los viejos rodapiés
Este es uno de los pasos más divertidos que incluso el más manazas de casa puede hacer. Tan solo necesitarás un cincel o un destornillado con el que ir separando el zócalo de la pared. Como luego vamos a reparar esta zona no te preocupes si rallas la pared durante es proceso.
02 ¡Hora de medir!
Si pretendes sustituir los rodapiés por otros nuevos, tendrás que medir bien todas las zonas para encargar o cortar tú mismo las láminas. ¿Quieres dejar las pared totalmente lisa y sin florituras? Pasa directamente al paso siguiente
03 Repara la zona
Tras el proceso de retirado de las placas quedarán zonas en la pared llenas de desperfectos y cola o agujeros de clavo. Repararlo es muy sencillo, tan solo aplica con una espátula al menos dos capas de Aguaplast Standard respetando los tiempos de secado entre capa y capa.
04 Coloca los nuevos rodapiés
Hora de colocar las nuevas piezas. Puedes hacerlo mediante cola de montaje, clavos sin punta o por un sistema de guías click, como en la foto que abre este post. En cualquier caso, sigue las instrucciones del fabricante.
Luego podrás lijar la zona reparada para dejarla lo más lisa posible. Si vas a dejarla así tan solo pinta encima del mismo color que la pared. Si prefieres otro estilo de zócalo sigue nuestro tutorial sobre cómo colocarlos.