En los suelos de madera, ocurre en gran medida que con el paso del tiempo, los cambios bruscos de temperatura o una mala colocación de las láminas de madera desde un principio, se observen pequeñas separaciones en las juntas de cada plancha (a veces incluso entre cada plancha y los rodapiés).
Reparar estas zonas es muy sencillo y, además de proporcionar una mejora visual, te ayudará a sellar el suelo para evitar que líquidos o el polvo se acumulen bajo tus pies.
Con un bote de Aguaplast Madera del color más parecido al de tu suelo, puedes sellar estas juntas del suelo de una vez por todos. Tan solo amasa el tubo antes de usarlo y aplica una cantidad generosa en la espátula (o en tu dedo si la separación zona es muy pequeña).
A continuación arrástrala sobre el desperfecto intentando que se introduzca correctamente. Si notas que el producto no está nivelado con el resto del suelo aplica otra capa más hasta que quede totalmente nivelado o incluso sobresalga un poco por encima de la superficie circundante.
Cuando la reparación esté tal y como quieres, con la ayuda de un paño húmedo retira el producto que sobre y limpia la madera que rodee la reparación.
Ahora puedes darle un acabado perfecto lijando la masilla para dejarla lo más lisa posible. Una vez hecho, sopla para limpiar la zona… ¡y listo!
Puedes pintar o barnizar la zona reparada con un pincel muy fino para darle ese toque final perfecto.
Este tutorial también puede servirte para arreglar los inoportunos golpes de muebles en el suelo, las abolladuras y los agujeros y grietas de la madera antigua.
¿Quién dijo que reparar un suelo era algo difícil y sufrido?