Las celosías son un elemento ideal para decorar los espacios muertos de nuestro jardín, muro o terraza. Instalarlas es muy simple y te permitirá darle un aire natural a una zona aburrida.
Para empezar, escoge la celosía que más se adapte a tus gustos. En el mercado podrás encontrar de plástico, metal y madera. Si prefieres algo que no rompa la estética del jardín te aconsejamos que uses una celosía de madera, mientras que si prefieres resaltar el área, utiliza una de plástico. Normalmente se encuentran disponibles en blanco o verde oscuro, ideales para desviar la mirada hacia las plantas que allí se encuentren.
El proceso de instalación es muy sencillo, tan solo sigue estos pasos:
- Paso 1: coloca la celosía en la posición que desees. Con la ayuda de un nivel, intenta dejarla lo más recta posible. A continuación, marcas las zonas de atornillado en la pared a través de los agujeros de sujeción, usando un lápiz o rotulador.
- Paso 2: taladra sobre las marcas. Una vez hecho esto introduce los tacos de plástico en los agujeros, coloca la celosía en su posición inicial e introduce los tornillos a través de los agujeros de sujeción. Apriétalos y… ¡listo!
Si te has equivocado al taladrar, no te preocupes, puedes aplicar un poco de Aguaplast Exterior para restaurar esa zona de la pared.
Si has colocado la celosía en la fachada de tu casa o el muro del jardín, puedes plantar en la parte inferior a modo de parterre. Puedes rodear la celosía con piedras, creando una especie de lecho para las plantas.
Si por el contrario has decidido hacerlo en una zona sin tierra, coloca un macetero alargado debajo.
Por último, es hora de escoger las plantas que adornarán el lugar. Plantas trepadoras como hiedras o buganvillas son una buena idea para crear una base verde que sin duda proporcionará un aire refrescante y de relax.
¿Prefieres algo más colorido? Prueba a plantar jacintos. Es una planta enredadera de bonitas flores, ideal para darle un toque de color a tu jardín o terraza.