Cada vez abundan más los consejos para ahorrar energía en casa, pero muchos se centran sólo en el uso de electrodomésticos eficientes o sistemas de climatización. Sin embargo, si lo que realmente queremos es un hogar eficiente y sostenible, debemos actuar sobre su estructura.
Hoy te detallamos mejoras constructivas que reducen el consumo energético y aumentan el confort térmico, ayudando además a cuidar el medioambiente. Algunas puedes realizarlas tú mismo; otras requieren intervención profesional. Pero todas son efectivas.
01 Aislar correctamente la vivienda
Una forma sencilla de mejorar el aislamiento térmico interior es utilizar productos específicos como:
- Aguaplast Anticondensación o Aguaplast anticondensación lista al uso: Plaste o masilla lista al uso que actúa como barrera térmica, previniendo condensaciones y moho.
- Lisomat Anticondensación: Pintura aislante y reflexiva, evita el efecto de pared fría y ayuda en reducir las consecuencias derivadas de la humedad por condensación.
Cómo aplicar paso a paso:
- Asegúrate de tener una superficie limpia y seca.
- Aplica el plaste Aguaplast Anticondensación o la masilla lista al uso (añadir enlace) con llana para alisar y aislar la superficie
- Una vez seco, pinta con Lisomat para potenciar el efecto reflexivo.
Esta combinación mejora el confort térmico de la zona interior de forma rápida y económica, especialmente en paredes con orientación norte o zonas húmedas.

Solución intermedia: trasdosado con aislante
Si lo que quieres es un aislamiento más potente, puedes instalar un trasdosado interior con placas de yeso y aislamiento (como poliestireno extruido o lana de roca).
Se pierde algo de espacio interior, pero el aislamiento es muy superior. Es ideal para reformas parciales en viviendas mal aisladas.
Podemos poner algo como: si no es posible realizar un Ailasmiento Térmico Exterior, te traemos otra opción muy interesante.

02 El SATE: la solución definitiva para una vivienda eficiente
Si realmente quieres hacer una transformación térmica y energética en tu vivienda, el Sistema de Aislamiento Térmico Exterior (SATE) es la solución más eficaz.
¿Qué es el SATE?
El Sistema de Aislamiento Térmico Exterior o SATE es una solución constructiva que consiste en aislar la fachada desde el exterior mediante la colocación de placas aislantes fijadas al muro y recubiertas con un sistema de morteros y revestimientos específicos. Este método permite mejorar de forma notable el comportamiento térmico del edificio, ya que elimina los puentes térmicos, reduce significativamente las pérdidas de calor y aumenta el confort interior durante todo el año.
¿Ventajas?
- Mejora el aislamiento térmico global del edificio, reduciendo la demanda energética.
- Elimina las zonas frías en paredes evitando la aparición de con sensaciones y moho.
- Ahorro notable en calefacción y refrigeración, gracias a la mayor eficiencia térmica.
- Protege y renueva la fachada exterior, aportando una nueva imagen y mayor durabilidad.
El Sistema SATE – Beissier debe ser instalado por profesionales cualificados, ya que requiere una correcta preparación del soporte, el uso de materiales específicos y una ejecución precisa para garantizar la durabilidad, adherencia y rendimiento térmico.
03 Sustituir ventanas antiguas por modelos eficientes
Las ventanas son uno de los puntos donde más energía se pierde en una vivienda. Sustituir ventanas de un solo vidrio por modelos con doble o triple acristalamiento y rotura de puente térmico reduce de forma muy significativa las pérdidas energéticas. Aunque supone una inversión inicial, el ahorro a medio y largo plazo es considerable.
04 Instalar reflectores detrás de los radiadores
Colocar paneles reflectantes entre el radiador y la pared es una mejora sencilla y económica que ayuda a dirigir el calor hacia el interior de la estancia, evitando que se pierda a través del muro. Puedes encontrarlos fácilmente en tiendas de bricolaje y no requieren obra.
05 Usar colores claros en paredes y techos
Pintar las estancias con colores claros es una técnica pasiva de ahorro energético, ya que estos tonos reflejan mejor la luz natural. Esto permite reducir el uso de iluminación artificial, especialmente en espacios con poca entrada de luz.