Un consejo que solemos daros a menudo es que, antes de aplicar un plaste o mortero sobre una superficie muy porosa o absorbente, deis una mano de imprimación. Esto se hace para evitar que el soporte absorba el agua que contiene la mezcla demasiado rápido y seque el plaste, lo cual podría hacer que aparecieran pequeñas grietas.
Ahora bien ¿cómo podemos saber si una superficie es muy absorbente? Hoy os traemos un truco muy sencillo con el que podréis comprobar la capacidad de absorción de un material. Este método es especialmente útil para probar la porosidad de baldosas (los azulejos son impermeables por definición).
El truco consiste en dejar caer unas cuantas gotas sobre la baldosa en cuestión. Si la baldosa comienza a oscurecerse en el punto en el que la ha tocado el agua, entonces significa que está absorbiéndola. Si, por el contrario, la gota permanece sobre la superficie de la baldosa, estamos ante una superficie poco absorbente.
De la velocidad a la que la gota se filtre en la baldosa (si es que se filtra), podremos deducir cómo de absorbente es el material. Así, si la gota desaparece en pocos segundos, querrá decir que estamos ante una baldosa muy porosa y será necesario utilizar una imprimación antes de aplicar el plaste.