La llana y/o la espátula son, con diferencia, las herramientas que más veces salen a colación en este blog. No en vano los plastes y las masillas son las estrellas indiscutibles de nuestros artículos.
Sin embargo ¿qué ocurre cuando no somos diestros en el manejo de estas herramientas? Pues que invariablemente el suelo acaba lleno de pegotes. Si no has tomado la precaución de extender un papel protector, esto puede ser un problema. ¿Es mejor limpiarlo cuando aún está fresco, o saldrá mejor una vez que haya secado? Estas eran preguntas que nos hacían a menudo. A partir de hoy, tenemos una nueva respuesta: utilizad Quitacementos.
Quitacementos es un producto concentrado de uso tanto profesional como doméstico, pensado para desincrustar de cementos, morteros y cales, pero también para limpiar eflorescencias producidas por filtraciones o humedades por capilaridad. Puede usarse sobre cualquier material no sensible a los ácidos, como ladrillo, cerámica, gres, balcones, fachadas…
Quitacementos se aplica directamente sobre la mancha o el pegote. Si la superficie que tratamos de limpiar es absorbente, es recomendable humedecerla previamente. Podemos “ayudar” frotando con un cepillo o un estropajo, aunque sólo será necesario en el caso de manchas muy difíciles; por lo general, bastará con dejar actuar al producto durante 3 o 4 minutos y después aclarar con abundante agua. En el caso de las manchas muy grandes, eso sí, puede que sea necesario repetir el proceso.
Ahora bien, Quitacementos es un producto muy ácido, así que recuerda tomar las precauciones habituales. Utiliza guantes, evita el contacto con los ojos y la piel (¡utiliza guantes!) y no lo apliques sobre superficies sensibles a los ácidos (Mármol, terrazo, suelos de mosaico hidráulico, piedra natural, superficies metálicas, tejidos,
alfombras, superficies barnizadas, suelos de madera…).
Y sobre todo, claro ¡practica con la llana y la espátula y te evitarás tener que emplear Quitacementos!