Aplicar imprimación antes de alisar, reparar o pintar es un paso clave para lograr acabados homogéneos y duraderos en paredes, techos, muebles o barandillas. Preparar bien el soporte evita que la pintura se desprenda, que se bufe (se hinche) o se cuartee, y mejora el comportamiento de masillas como Aguaplast cuando se han hecho reparaciones o alisados.
Pero ¿te has preguntado alguna vez por qué es tan importante este paso? A continuación, te explicamos algunas de las grandes ventajas que ofrecen las imprimaciones, especialmente cuando se trata de alisar paredes, reparar con productos como Aguaplast o evitar que la pintura se desprenda o se abombe, los tipos de imprimaciones y como elegir la imprimación correcta según la situación.
01 Ventajas de la imprimación
1) Sirven de base
La imprimación actúa como puente de adherencia entre el soporte y el producto que aplicarás después (masilla o pintura). Con este “puente” se dificulta que aparezcan desprendimientos o burbujas. Esta es la ventaja más evidente y la que primero menciona cualquier aficionado: garantiza que lo que apliques después “agarre” y no se levante con facilidad.
2) Regularizan la superficie
Al alisar paredes o reparar grietas, es normal mezclar materiales en una misma superficie. Por ejemplo, una pared de yeso en la que la pintura antigua ha saltado aquí y allá y en la que, además, hemos reparado una grieta con Aguaplast Standard. En este caso, la pintura deberá cubrir tres superficies distintas: yeso, pintura antigua y plaste.
Cada material tiene una capacidad de absorción distinta. Si no aplicamos una imprimación antes de la masilla, nos encontraremos con que la pintura puede adoptar distintos tonos según el soporte. Esto también puede hacer que la pintura se desprenda o se cuartee con el tiempo.
Si, por el contrario, aplicamos la imprimación correcta después de alisar, conseguiremos una absorción uniforme. Así evitamos manchas, diferencias de tono y garantizamos un mejor acabado.
3) Sellan los poros
Una imprimación bien escogida, al agua o al disolvente, sella los poros superficiales. De esta forma se reduce considerablemente la capacidad de absorción del soporte, lo que evita que la pared absorba demasiado producto.
En resumen: si aplicamos imprimación antes de aplicar nuestros productos, estaremos reduciendo el consumo de este, facilitaremos la aplicación posterior y mejoraremos la adherencia: evitando problemas como que la pintura se “bufe” (hinche) o se levante con facilidad (por ejemplo).
4) Consolidan la superficie
Otra ventaja clave es que las imprimaciones penetran en los materiales antes de endurecer y consolidan la superficie. Esto es especialmente importante si vamos a actuar sobre yeso muerto, escayola, cartón yeso, temples o superficies muy porosas, que comparten alta porosidad o poca cohesión y pueden comprometer la adherencia si no se tratan. Si has usado Aguaplast, este paso es esencial ya que refuerza la adhesión y ayuda a evitar grietas, desprendimientos o que el propio Aguaplast se levante con el tiempo.
5) Protegen los materiales
Al hacerlas menos permeables, la imprimación protege las superficies y los materiales (p. ej., metales y maderas), y resulta especialmente relevante en intemperie o en situaciones con riesgo de corrosión. Además de mejorar la adherencia, ayuda a prevenir el deterioro y alargar la vida útil del acabado.
02 Tipos de imprimación y cuándo conviene cada uno
- Imprimaciones al disolvente
Las imprimaciones al disolvente, como Deltafix de Beissier, se caracterizan por su alta capacidad de penetración. Son ideales para consolidar soportes debilitados, como paredes antiguas, con polvo, escayola o yeso muerto.
– Ventajas: Penetran más profundamente en el soporte, sellan y refuerzan materiales porosos o debilitados, mejoran la adherencia y ayudan a evitar que la pintura se cuartee o se levante.
– Precauciones: son más agresivas con el medio ambiente y sus vapores pueden ser tóxicos si se inhalan; requieren buena ventilación y protección durante su uso.
- Imprimaciones al agua
Las imprimaciones al agua, como Fixacryl de Beissier son más seguras y fáciles de aplicar. No presentan riesgos para la salud ni el entorno, y además permiten una limpieza más sencilla.
– Ventajas: Ideales para interiores, regulan mejor la absorción, facilitan un acabado homogéneo, y son perfectas como imprimación antes de aplicar masilla en pared o pintar sobre Aguaplast.
– Limitaciones: menor capacidad de penetración y no consolidan tan bien fondos muy debilitados.
– Cuando usarlas: si has alisado la pared recientemente o aplicado Aguaplast, son suficientes para sellar y unificar la superficie antes de pintar en interior.
03 Cómo elegir la imprimación adecuada
Elegir la imprimación correcta depende del estado de la superficie y de lo que necesites lograr en el acabado final. Aquí te ayudamos a escoger la mejor opción según el tipo de superficie y las reparaciones previas.
1) Paredes debilitadas o exteriores → Imprimación al disolvente
Ideal para superficies inestables o porosas (p. ej., yeso muerto, escayola, paredes antiguas). Ofrecen alta penetración y consolidación del fondo, mejorando la adherencia de la pintura.
Precaución: Son más agresivas con el medio ambiente; requieren buena ventilación y protección al aplicarlas.
2) Interiores lisos, nuevos o reparados → Imprimación al agua
Perfectas para interiores donde la superficie está alisada o reparada con Aguaplast. Ayudan a regular la absorción y uniformizar el acabado antes de pintar.
Limitación: Menor penetración y no consolidan fondos débiles.
3) Después de aplicar Aguaplast → Imprimación selladora y reguladora
Si has usado Aguaplast o una masilla similar, una imprimación selladora y reguladora es necesaria para sellar y uniformizar la superficie, evitando diferencias de tono al pintar.
4) Si quieres evitar levantamientos o “bufados” → Imprimación con función consolidante
Cuando trabajas con materiales muy porosos o debilitados, la imprimación consolidante refuerza la superficie y evita que la pintura se levante o se hinche con el tiempo.
Resumiendo, la imprimación no es opcional si buscas un acabado profesional, uniforme y duradero. Elegir entre imprimación al agua o al disolvente depende del estado del soporte, de si has alisado o reparado (por ejemplo, con Aguaplast) y del entorno (interior/exterior). Con la imprimación adecuada sellas poros, consolidas fondos frágiles, mejoras la adherencia, reduces consumo de productos y evitas problemas como burbujas, cuarteos, diferencias de tono o desprendimientos.
En Beissier encontrarás consolidantes e imprimaciones para cada necesidad.
Preguntas frecuentes (FAQs)
¿Qué imprimación conviene tras alisar o reparar con Aguaplast en interior?
Una imprimación al agua selladora para regular la absorción y uniformar el soporte antes de pintar. Si el fondo estaba muy debilitado (p. ej., yeso muerto, escayola), consolidar primero con una imprimación al disolvente ayuda a prevenir desprendimientos o bufados.
¿Cuándo elegir imprimación al disolvente frente a una al agua?
Cuando necesitas máxima penetración y consolidación en fondos viejos, polvorientos o poco cohesionados (como yeso pulverulento), o en situaciones donde la resistencia del soporte es prioritaria.
¿La imprimación ayuda a ahorrar pintura y a evitar diferencias de tono?
Sí. Al sellar poros y uniformar la absorción, la imprimación reduce el consumo y evita que el soporte absorba de forma desigual, lo que previene manchas y variaciones de color en el acabado.