¡Bienvenidos a BricoPared, la web que te ayudará de forma sencilla, y paso a paso a realizar esas pequeñas reparaciones del hogar!
Para empezar, es necesario recordarte que antes de realizar cualquier tipo de acabado sobre una superficie (pintar, colocar papel pintado, estucados, etc) es de vital importancia acondicionarla con el fin de evitar futuros problemas o desperfectos.
A continuación te indicaremos los aspectos fundamentales en los que basar tu preparación de superficies y por último podrás ver cómo se aplica lo aprendido sobre una situación real con nuestro ejemplo práctico.
A la hora de tratar una superficie, debes tener en cuenta 4 variables diferentes:
- Punto 1: El tipo de soporte. Dependiendo del material de la pared necesitaremos usar un tipo de producto u otro. Los soportes más comunes que podemos encontrar en los hogares son yeso, madera y metal.
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- El yeso. Se trata del material de interior más utilizado, tanto en su versión convencional como en placas laminadas, gracias a su capacidad aislante. Sin embargo, este soporte, al aplicarlo, presenta problemas de adherencia y un largo tiempo de secado. Así mismo, en ocasiones, nos encontraremos con el llamado “yeso muerto”, un yeso blando, sin resistencia. Por lo tanto, debemos buscar productos adaptados a este elemento y que eviten los problemas ya mencionados.
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- La madera. Destaca por su belleza natural. Es muy porosa y fácilmente deformable, por ello debemos escoger productos y pinturas flexibles, que sean capaces de adaptarse a las irregularidades de la madera. En este caso aplicaremos productos que penetren y no creen una capa superficial, para proteger la madera de entradas de agua, o la aparición de hongos.
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- Los metales. En los fondos de metal debemos asegurar sobre todo la adherencia de los revestimientos posteriores, utilizando un producto adecuado para ello. Así mismo, tendremos que prestar especial atención para evitar la oxidación, ya que ésta puede afectar a las pinturas y revestimientos superiores creando manchas antiestéticas.
- Punto 2: El tipo de revestimiento. Si queremos reparar una superficie con grietas, golpes o desconchones, debemos fijarnos en el tipo de material que recubre la pared. Algunos de los más comunes son:
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- Pinturas: Existen dos tipos principales, al temple o plástica. La diferencia principal reside en que la primera es porosa y por tanto absorbe el agua fácilmente, mientras que la segunda la repele y por lo tanto es más difícil de eliminar.
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- Esmaltes y barnices: Se trata de pinturas con mucha resina, por lo que es necesario utilizar productos químicos especiales para eliminarlas o trabajar sobre ellas.
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- Papeles y moquetas: Papeles vinílicos, de papel, telas, etc, son todos revestimientos que deben ser eliminados para renovar las superficies. Es muy importante eliminar la capa de cola con la que fueron pegados a la superficie.
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- Cerámica o azulejos: Su adherencia es prácticamente nula. Por tanto, debemos emplear productos adaptados a estas características.
- Punto 3: Estado del soporte y del revestimiento. Una vez identificada la superficie sobre la que vamos a trabajar o el soporte que vamos a restaurar, debemos identificar las imperfecciones o problemas de la superficie para poder actuar contra ellas. Los más comunes, que pueden ser observados a simple vista, son las grietas, los agujeros, los desconchones, las fisuras, el moho, los hongos y las humedades. En los próximos posts trataremos cada uno de estos problemas en detalle.
- Punto 4: Recubrimiento posterior. A la hora de recubrir la superficie escogeremos el producto más adecuado según nuestros gustos y necesidades: crear un acabado de gotelé, restaurar un estuco, aplicar una pintura, empapelar la pared…
EJEMPLO PRÁCTICO: Restaurar una pared agrietada.
- En primer lugar debemos fijarnos en el tipo de soporte de la pared para elegir el tipo de producto más adecuado para su restauración.
- Antes de empezar a cubrir la grieta, limpiar bien la superficie, asegurándonos que esté libre de polvo.
- Procedemos a recubrirla, utilizando un plaste o masilla orientado al tratamiento de este problema, como por ejemplo Aguaplast Fibra (si se trata de grietas dinámicas o en movimiento) o Aguaplast Standard (si éstas son estáticas o fijas).
- Dejar secar el plaste y, si es necesario, aplicar una segunda mano para igualar la pared.
- Por último recubrimos la superficie según nuestros gustos o necesidades, utilizando la multitud de pinturas, esmaltes o estucados disponibles en el mercado.